Viuda del guardia del Mercado de Temuco que falleció al interior del recinto cuenta su verdad

“Sinceramente, me lo mataron. Se lo digo honestamente y me hago cargo de todo lo que estoy diciendo. Acá, el culpable que sea, tiene que estar tras las rejas”, dijo Cristina González.

Retrocedamos en el tiempo. El 26 de agosto de 2013, como informamos ese día, “Guardia de seguridad del Mercado Municipal de Temuco, fue encontrado muerto al interior del recinto”. Se trataba de Washington Rodríguez Torres, de 39 años, quien según información de ese minuto, habría fallecido por intoxicación, producto de una fumigación que se realizó en el recinto horas antes que él ingresara a su turno.

Se informó además que la víctima realizaba labores de guardia de seguridad, ingresando a trabajar la noche del sábado 24, día en que se le vio por últimas vez con vida.

Dentro de las informaciones que circulaban esa jornada, se agregaba que ese mismo día sábado, se realizó un trabajo de fumigación al interior del Mercado.

Estos químicos habrían sido los que provocaron la intoxicación del nochero, que finalmente le habría provocado la muerte en el mismo lugar, siendo encontrado su cuerpo el lunes 26 de agosto.

Qué ocurre ahora. La viuda de Washington Rodríguez, se contactó con ElPeriódico.cl para contar sus dudas y cómo ha evolucionado este caso que según ella, está lleno de turbiedades.

Cristina González explicó que su esposo llevaba trabajando más menos un año para la Empresa ACM, de propiedad de Adriel Colimilla Millanao, y que ofrecía servicios de seguridad al Mercado Municipal.

Washington, todo ese tiempo, estuvo destinado a dicho recinto municipal. “Ese día le correspondía estar en el Mercado a una compañera de él, pero ella no quería estar ahí de noche, ya que en la noche se escuchaban ruidos raros y todos ahí sabían de esos fenómenos. Se escuchaban hasta pasos de caballos. Por lo menos eso contaban. Es por esto que la compañera le pidió a mi esposo que esa noche se quedara él, por tanto ingresó la noche de ese sábado, a las 12 de la noche y terminaba su turno a las 8 de la mañana del domingo, o sea las ocho horas”, explicó la viuda.

Cristina añade que a las 8 de la mañana de ese domingo debía llegar el relevo de su esposo. Según la versión de esta persona, él llegó a su trabajo, tocó la puerta del recinto y nadie le abrió. En teoría, el que debió abrir era su colega Washington Rodríguez, pero éste nunca apareció. “Luego de tocar la puerta e incluso supuestamente llamar a mi esposo y no recibir respuesta, se fue para su casa”.

Pasó el día domingo y el lunes, a primera hora, llego el administrador del Mercado, quien subió al segundo piso y encontró a Washington Rodríguez tendido en el suelo fallecido. “Para ver si lo llamaron o no, habría que revisar el celular de mi esposo, pero curiosamente el celular se perdió, nunca lo entregaron. Cuando ese día lunes yo llegué al lugar, desde la empresa lo único que hacían era ofrecerme plata y más plata. Más que importarles lo que estaba ocurriendo, les interesaba entregarme plata”, acusa la mujer.

“Él estaba tendido en el suelo, estaba sin sus zapatillas, las que dejó al lado. Se encontraba como durmiendo, en el segundo piso, en la pieza donde ellos hacían su libro (de novedades), estaba el teléfono en la mesa, estaba el libro, el que abrieron y cerraron rápidamente y se veía su firma, pero yo le conozco su firma, al igual que su sobrina que estaba ahí y ambas dijimos lo mismo, esa no era su firma”.

“Él, supuestamente, se estaba preparando un café, pero esa taza estaba rota en el piso. Los que estaban ahí sacaron una foto y se apreciaba en ella la taza rota, pero después no quisieron mostrar la foto, pero yo ya la había visto. Para mi, alguien más estaba con mi esposo. Él no estaba solo”.

Cristina González recuerda que ese mismo día sábado se había realizado una fumigación al interior del Mercado, por tanto la versión oficial señala que la muerte de su esposo se debió a intoxicación por dichos químicos. “Mi marido habló conmigo el miércoles, antes de su muerte, y me contó que había un colega, uno flaco, alto, que le había dicho textual: ‘lindo huevón, ¿te están pagando para que estés haciendo ronda o para que estés durmiendo? No vaya a ser que en unos días más te vayas a quedar dormido para siempre’, por lo que yo le dije que tuviera cuidado, por nuestros hijos”, explicó la viuda.

VOZ CRISTINA GONZÁLEZ:

 

González añadió que estando en el Servicio Médico Legal, quiso hablar con la perito forense, pero la profesional se habría negado a hablar con ella. “Este persona habló con un abogado que yo tenía en ese momento, un asesor, y le contó que lo ocurrido no le provocaba la muerte. Luego yo quise hablar con ella, pero no se pudo”.

Señora Cristina, derechamente, ¿Qué cree que pasó con su esposo?

Sinceramente, me lo mataron. Se lo digo honestamente y me hago cargo de todo lo que estoy diciendo. Acá, el culpable que sea, tiene que estar tras las rejas. Esto no se va a quedar así, ya que al final, no es una persona que haya quedado inválida, para que lo hubiese tenido conmigo. Es una persona que ya no está a mi lado, que ya no está al lado de mis hijos.

 

¿Quién está tratando de ocultar este supuesto crimen?  

Yo creo que la empresa, la empresa y la Municipalidad, porque yo conversaba con mi sobrina, una persona que antes tenía beneficios en la Municipalidad y se los quitaron todos y ya ni siquiera la dejan entrar a la Municipalidad. Además el suegro de ella trabaja en la Municipalidad, quien siempre estaba en las reuniones de Concejo pero ese día lo mandaron para otra parte y ahí hicieron la reunión, en donde se debía tratar casi exclusivamente el tema de la muerte de mi esposo.

¿Qué sintió usted esa noche que supo que el Mercado Municipal se incendiaba?

Con relación a la investigación que yo hubiese querido que hubieran hecho, se me iba ahí. Ahí había hartos antecedentes. En realidad no sé si esto esté relacionado con la muerte de mi esposo y nunca lo pensé. Yo más lo vi por la parte de las evidencias que habían ocultas ahí y con eso se me estaban cerrando las puertas.

¿Cómo siguió la historia después con la empresa donde trabajaba su esposo?

Don Adriel Colimilla (dueño de la empresa) me decepcionó, ya que me tramitó seis meses para darme un seguro de 5 millones 250 mil pesos. Luego mi asesor me señaló que eso no correspondía, ya que debían entregarme 46 millones de pesos. Más encima el asegurado no era ni mi esposo que estaba muerto, era el mismo dueño de la empresa, o sea si le pasaba algo a mi esposo, la plata del seguro le llegaba a su jefe, pero finalmente me tuvo que traspasar esa plata a mi.

 

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