Parlamentario, junto a representantes de las carreras de Ed. Física, Diferencial y Pedagogía en Ingles, valoraron disposición de rectora, quien evaluará situación académica y arancelaria para brindar continuidad a cien estudiantes.
Como positiva y de gran apertura, calificó el senador Eugenio Tuma la reunión que sostuvo con la rectora de la Universidad Santo Tomas, junto a un grupo de estudiantes de la Universidad del Mar, instancia en la que solicitaron explorar un convenio de continuidad académica en esta casa de estudios.
El parlamentario, junto a representantes de las carreras de Educación Física, Diferencial y Pedagogía en Ingles, valoraron la disposición de la rectora Rosemarie Junge, quien evaluará la situación académica y arancelaría para brindar continuidad de estudios a alrededor de cien estudiantes de la Universidad de Mar.
Por otra parte, el legislador manifestó su preocupación por las estudiantes de Educación Parvularia en versión vespertino, ya que ninguna otra casa de estudios entrega esta alternativa y modalidad académica, que les ha permitido a muchas mujeres trabajadores jefas de hogar acceder a educación. “Aquí destacamos la apertura de la Universidad Santo Tomas, que incluso explorará la posibilidad de abrir carreras que hoy no tiene como es el caso de Educación Parvularia”.
Descoordinación
No obstante, Tuma, junto a los dirigentes estudiantiles, criticaron lo que llaman la descoordinación entre la Seremi de Educación con el Ministerio, “ya que hay un total abandono de parte del Estado y una evidente negligencia del Gobierno con las familias y estudiantes de la Universidad del Mar. Los estudiantes y sus familias buscan que se les garantice la continuidad de los estudios y aquí el Gobierno no ha cumplido su rol, no los pueden dejar abandonados, donde la voluntad no es suficiente”, comentaron.
El parlamentario agregó que “la pega que debe hacer el Ministerio de Educación, que es garantizarles la continuidad de estudios, la están haciendo los propios estudiantes, sin ningún tipo de apoyo del Gobierno”.
Agregó que “no basta con cerrar la universidad sin perseguir las responsabilidades de los directivos. Los estudiantes denunciaron las prácticas fraudulentas a través de sociedades espejo y el Gobierno sólo miró para el techo”.
“El ministro fue soberbio, no escuchó el clamor de los estudiantes y el reclamo del Parlamento, pero lo más grave aún, no se fiscalizó, ya que si se hubiera cumplido con ello, hoy los estudiantes y sus familias no estarían en esto”, concluyó Tuma.