El elenco cafetero dominó todo el encuentro para humillar a una paupérrima Selección, que de puntera podría terminar esta pasada en el quinto lugar de la tabla.
Excusas pueden haber muchas. Qué la expulsión de Gary Medel, qué la presión de ganar, qué el clima, qué la hora, que cualquier cosa. Sin embargo, la única forma de explicar la dolorosa pero merecida derrota 3-1 sufrida por la Roja este martes ante Colombia en el Monumental, es lo pésimo que actuó Chile.
Es que más allá del inteligente planteamiento de los cafeteros -presionando la salida, con individualidades y un gran juego colectivo- lo cierto es que la Roja jugó su peor partido en años, con una línea defensiva inventada, ilusa y sin carácter; con un medioterreno sin marca, sin ideas y con una ofensiva que nunca recibió una pelota con ventaja.
Argumentos más que suficiente para que un equipo de categoría como el de Colombia se quedara con la victoria, una que comenzaron a gestar en el primer tiempo, pero que sólo pudieron materializar en el complemento.
Es que ya en los primeros 45 minutos los cafeteros demostraron que eran más. Camilo Zúñiga se instaló en territorio chileno ante un pobre Eugenio Mena, Radamel Falcao volvió loca a toda la zaga y Teófilo Gutiérrez complicó tanto a Marco González como a un discreto Gonzalo Jara.
Poco para un equipo como Chile
Sólo un par de buenas intervenciones de Claudio Bravo y la poca puntería de los atacantes cafeteros impidieron un desastre en la primera mitad.
Por la vereda de enfrente sólo las ganas de Medel y una que otra dosis de talento de Matías Fernández. Poco para un equipo como Chile que ostentaba un invicto en casa.
Sin embargo, una patriada de Matías a los 42’ generó el tanto de Chile. Un misil imposible que volvió a llenar de ilusión a los hinchas.
Pero fue la propia Selección la que se encargó de apagar cualquier fe en el complemento. Con el marcador a favor la apuesta de Chile fue tratar de manejar, pero no pudo. Colombia salió con todo y una y otra vez intentó, pero la figura de Claudio Bravo impedía el desastre.
Pero el golero no pudo ser el héroe nacional. A los 59’ James Rodríguez se despachó un preciso tiro libre para decretar la igualdad, paridad que incrementó las ansias de los forasteros y el desorden de Chile.
Facilitaron la goleada
Siguieron las fallas en la salida, los errores en el mediocampo y la soledad de los delanteros, argumentos que facilitaron la goleada que a la postre lograron los colombianos.
A los 74’ apareció Falcao para poner justicia y dos minutos más tarde Gutiérrez decretó el 3-1 final.
Una derrota merecida por el desorden de la Roja, por los errores de la cabina técnica de improvisar a Arturo Vidal de líbero y de apostar por Mauricio Isla y sus seis meses sin fútbol, por esa “libertad” a Alexis Sánchez que lo tiene como un jugador del montón y, por no saber leer que tras la salida de Medel, Chile se quedó sin marca en el medio.
En esta pasada, la Roja encendió las alarmas, más aún cuando en octubre próximo enfrenta a Ecuador y Argentina, encuentros donde el “Bichi” tendrá mucho que meditar.
Texto y Fotos de Triunfo.cl