Saleros, memes y siestas: Revise acá los proyectos más freak de los “honorables”

meme de Jorge Sabag

Polémicas iniciativas que pasaron por el Congreso quedaron en el recuerdo no por su beneficio a la ciudadanía, sino por el escándalo que generaron en su momento.

El proyecto que busca sancionar a quienes transiten con audífonos por la calle no cayó nada de bien en la gente. Que restringe libertades, que es inútil o que no merece ni siquiera debate, fueron algunas de las críticas que le llovieron a la medida que vino a engrosar la vasta lista de iniciativas que en algún momento fueron duramente reprochadas.

Desde la recordada ley “antimeme” hasta la ley salero pasaron a la historia por la polémica que generaron en su momento y aquí recordamos algunos de los proyectos que los “honorables” buscaron impulsar con más detractores que apoyo.

 

La Ley Antimeme

Este 2014, el diputado DC Jorge Sabag, presentó una iniciativa que duró menos de lo que persistieron las críticas. El proyecto buscaba sancionar a “quienes realicen amenazas o profieran insultos contra la autoridad por medio de plataformas electrónicas, ya sea de forma textual o gráfica”, lo que popularmente se conoció como “Ley Antimeme”.

Días después de ser presentado, Sabag lo retiró del Parlamento con varias burlas que finalmente lo terminaron convirtiendo a él mismo en un meme.

 

¿Y la sal?

Daniel Farcas, Enrique Jaramillo, Loreto Carvajal (PPD) y el DC Gabriel Silber, también pasaron al recuerdo con su drástica medida que sumó varios detractores: plantearon restringir el uso de saleros en restaurantes y casinos de colegios y empresas.

La idea incluso contó con el respaldo del Colegio de Nutricionistas, pero ni eso logró salvar a la iniciativa que quedó en el olvido.

 

Para dormir un ratito

Escarbando más atrás en los registros de la Cámara, aparece Rodolfo Seguel (DC) y su idea de convertir la siesta laboral en una práctica reconocida por ley el 2003.

La moción planteaba un descanso de 20 minutos después del almuerzo y aunque muchos trabajadores estuvieron de acuerdo,  tampoco vio la luz.

 

¡No pregunte!

Quizá un poco aburrido y hostigado por las preguntas de los periodistas, el año 2011, el diputado Gaspar Rivas (ex RN), propuso prohibir a los periodistas insistir “en forma imprudente, invasiva y hostigosa”, en caso que la fuente le señale expresamente que no quiere ser entrevistado.

El proyecto encontró un fuerte rechazo desde el Colegio de Periodistas e incluso de parlamentarios de su mismo sector, encabezadas por el UDI José Antonio Kast. “Pienso que es un error, porque nosotros somos personajes públicos y cada periodista tiene derecho a hacer las preguntas que estime conveniente”, dijo en ese entonces la figura del gremialismo.

 

En vaso de plástico

El mismo Gaspar Rivas, un año antes, presentó una modificación a la ley N° 19.925 sobre expendio y consumo de bebidas alcohólicas con el fin de establecer la prohibición de su venta en vasos o envases de vidrio en discoteques.

Apoyado por Germán Becker, Joaquín Godoy, Cristián y Nicolás Monckeberg, Karla Rubilar, Marcela Sabat y Frank Sauerbaum, Rivas esperaba resguardar la seguridad de los asistentes a estos locales. Sin embargo, sus buenas intenciones quedaron sólo en eso.

 

No toque la bocina

Rivas se repite el plato en la lista. A las preguntas de los periodistas y a los vasos de vidrio, también sumó la intención de modificar la instalación de bocinas de los vehículos. El diputado argumentó en su momento que “los conductores la utilizan para demostrar estados de ánimo, constituyendo un medio de expresión agresivo, ofensivo e incluso perjudicial para quienes deben soportar los altos decibeles que emiten”.

Y la solución: “Dicho aparato deberá estar instalado de tal manera que los sonidos (mococordes) emitidos por el aparato, sean equivalentes tanto al interior como al exterior del vehículo (…) Con esto, seguramente, los conductores pensarán dos veces antes de utilizar este aparato de emergencia”.

 

Las bicicletas, fuera de la calle

El 2011, los parlamentarios de la Alianza y, en ese entonces, Concertación, se enfrentaron por un polémico proyecto que tenía a los ciclistas como los más perjudicados. Un grupo de congresistas de la UDI buscaba regular el uso de las bicicletas y simplemente sacarlas de la calle.

La modificación a la Ley de Tránsito exigía que los pedaleros circulen sólo por ciclovías y penaliza a peatones que caminen por ellas, limitando el uso de la calle para quienes se desplazan en vehículo motorizado.

Matías Walker mostró su fuerte rechazo, señalando que “si bien la idea es interesante, primero se requiere implementar ciclovías de buen nivel y que permitan un óptimo desplazamiento de los ciclistas en todas las regiones y comunas. De lo contrario, sólo estaremos desincentivando el uso de la bicicleta, algo que definitivamente no contribuye a mejorar la calidad de vida y a combatir, entre otros aspectos, la obesidad y escasa actividad física de muchos jóvenes y niños”.

Por nuestro medio asociado Nación.cl

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