Productores mapuches de La Araucanía se asociaron con privados para producción de mil hectáreas de rosa mosqueta

Iniciativa es impulsada por la empresa Coesam, la Agencia Regional de Desarrollo de La Araucanía e involucra a 68 agricultores indígenas beneficiarios del Programa Orígenes BID – Conadi.

Numerosos representantes de comunidades mapuches participaron recientemente del seminario “Alianzas Productivas con Pueblo Originarios para el cultivo de Rosa Mosqueta, Variedad Canina BIO AP4, Región de La Araucanía” realizado en el Campus Norte de la Universidad Católica de Temuco.

En dicha oportunidad, expusieron Maritza Bastías Millanao, coordinadora del Programa Orígenes BID – Conadi, sobre el tema “Modelo Alianza Productivas con Pueblos Originarios”; Marcela Samarotto de Innobio, sobre “Biocomercio de recursos naturales vegetales en Chile y el Mundo”; posteriormente siguió Peter Kristoffersen, de Coesam Escandinavia, con el tema “Rosa Mosqueta: alimento con propiedades saludables”; y finalmente expuso el gerente general de Coesam Group, Carlos Amín Merino con el tema “De lo Local a lo Global: Fortaleza de la Alianza Productiva”.

Posteriormente, se dio inicio a la entrega de la carta de compromiso entre la empresa Coesam y productores asociados que fueron 68 agricultores indígenas beneficiarios del programa Orígenes BID – Conadi de las comunas de Victoria, Traiguén, Ercilla, Collipulli, Lumaco, Los Sauces, Purén, Galvarino y  Chol Chol.

 

Alcanzar las mil hectáreas

El dirigente Juan Barra Bravo, de la comunidad Andrés Cariqueo de Galvarino, señaló  que “para nosotros -como pequeños agricultores- es importante esta idea de las alianzas productivas, porque tenemos la oportunidad de asociarnos con empresas grandes, donde los trabajos que podamos producir puedan ser sustentables”.

El ambicioso programa contempla la plantación de mil hectáreas en La Araucanía, gracias a la vinculación directa con agricultores mapuches y comunidades de las Provincias de Malleco y Cautín, a través  del trabajo de las Mesas de Planificación Territorial (MPL) del programa Orígenes BID – Conadi, que ha colaborado en la presentación, acercamiento y difusión de la empresa y su alternativa de negocio en las respectivas comunidades.

Sobre el tema, la coordinadora del Programa Orígenes BID – Conadi, Maritza Bastías Millanao, señaló que “nosotros como programa, supimos escuchar las necesidades de los miembros de las comunidades indígenas en el sentido de unirse a empresas. Es por ello que este modelo de agrupar empresas privadas, instituciones públicas y comunidades indígenas, vale la pena conocerlo, ya que uno de sus objetivos es el desarrollo sustentable”.

 

Espacio en el mercado

Específicamente, esta alianza productiva contempla crear en conjunto una base formal, estable y confiable de productores que permita la ampliación de la base productiva de los territorios en que habitan, generando valor compartido a partir de productos naturales y el apoyo mutuo para el desarrollo de los diferentes eslabones de la cadena del producto.

Por su parte, Carlos Isaacs, seremi de Economía, dijo que “las alianzas productivas han sido prioridad en nuestro Gobierno, particularmente para el Gobierno Regional, ya que la idea es que los empresarios tanto como los micro-productores, tengan espacio en el mercado”.

El gerente general de la Agencia Regional, Cristián Pichara, señaló que “hemos seguido el desarrollo de La Araucanía con este proyecto. Creemos en él y estamos apoyando a la pequeña agricultura campesina. Esto se logró a través de la fusión de La Empresa de Desarrollo, el Programa Orígenes, Sercotec y de los agricultores, quienes hemos trabajo juntos para el desarrollo regional.

 

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