La Mandataria recibió críticas de la comunidad evangélica por postura frente al aborto y matrimonio igualitario. El episodio recibió el rechazo de La Moneda y distintos puntos de la política., no así de los candidatos de oposición.
La Presidenta Michelle Bachelet fue objeto de graves ataques y gritos que la calificaron de “asesina” y “vergüenza nacional” por parte de fanáticos religiosos de extrema derecha que asistieron al Te Deum evangélico, en rechazo de la postura de su Gobierno en temas calificados “valóricos”, como el aborto o el matrimonio igualitario.
El servicio de Acción de Gracias de la Unión de Iglesias Evangélicas de Chile, que comenzó a las 11 horas en la Catedral Evangélica, ubicada en Estación Central, forma parte de las celebraciones oficiales de Fiestas Patrias.
A la cita asistieron ministros de Gobierno, parlamentarios, el presidente de la Corte Suprema, Hugo Dolmestch, comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas y aspirantes a La Moneda.
En plena ceremonia, un grupo de presentes emitió gritos en contra de la Mandataria por la aprobada despenalización del aborto en tres causales, medida impulsada por su administración. Esto, sumado al tono crítico de las oraciones y discursos sobre las políticas impulsadas por La Moneda, provocaron la molestia del Ejecutivo.
“Nosotros fuimos invitados a un acto de oración por Chile, a un acto de oración por la patria, y no a un acto de campaña”, afirmó la ministra vocera Paula Narváez, criticando la alocución de Eduardo Durán, hijo del reconocido obispo del mismo nombre y candidato a diputado por Renovación Nacional (Chile Vamos), quien rechazó que se calificaran como “un prejuicio añejo” las posturas contra el matrimonio igualitario.
“Creemos que es importante que en este tipo de actos, prime el respeto a las diferencias, prime el respeto a las diversas opiniones que existen en nuestro país y que forman parte de nuestra democracia”, añadió la portavoz.
“Hubo opiniones que son claramente intolerantes y que no se condicen con el debido respeto a la diversidad de opiniones que debe existir en un país democrático, como es Chile. Nosotros creemos que efectivamente este ha sido un acto que se ha excedido en algunos puntos”, concluyó.
Lo anterior fue subrayado por Narváez a través de su cuenta personal de Twitter, donde escribió que “cuando se le falta el respeto a la Presidenta, se le falta el respeto a Chile”, dijo. “Nuestro deber es gobernar para todas y todos los chilenos, con respeto a las distintas posiciones y sin imponer creencias personales”, escribió.