Sacerdote Luis Manuel Rodríguez afirmó que es “terrible que se ponga en peligro la vida de dirigentes meritorios, de gente que realmente está preocupada por el bien de su pueblo”.
Luis Manuel Rodríguez, sacerdote de la Pastoral Mapuche, salió al paso de las declaraciones realizadas el martes por el Presidente Sebastián Piñera, quien calificó la protesta de cuatro comuneros presos en la Cárcel de Angol como una “mera huelga de hambre”.
En declaraciones a Radio Cooperativa, el religioso expresó que “una mera de huelga de hambre que dura 50 días no es cualquier cosa, es algo muy serio. La huelga de hambre es síntoma de algo muchísimo más grande. La huelga de hambre es una cosa terrible y que se ponga en peligro la vida de dirigentes meritorios, de gente que realmente está preocupada por el bien de su pueblo, es una pena. Es lo mismo que lamentar, con las debidas proporciones, la muerte de soldados patriotas en la guerra de la Independencia”, agregó.
“Es gente que no debe morir”
En relación a una supuesta solución al caso de los cuatro comuneros en huelga -Daniel Levinao Montoya, Paulino Levipán Coyán, Rodrigo Montoya Melinao y Eric Montoya Montoya- Rodríguez dijo que eso “depende de la habilidad y humanidad de los que intervienen en el diálogo”.
Pero aclaró que “los que entran en una conversación no siempre están seguros que el otro la vaya a cumplir. A los mapuches se los ha engañado muchas veces con bolitas de dulce, con cosas que se firman y después no se hacen y esa experiencia de los mapuches es muy amarga. No solamente es la experiencia con el Gobierno de Chile, sino que es el trato en general con la gente que ha ido poco a poco ocupando el territorio de La Araucanía”.
El sacerdote informó que no se ha reunido con los mapuches en huelga, pero que de hacerlo “les diría que no interrumpan el diálogo, que no corten el diálogo. Es gente que no debe morir, son personas que no las podemos perder”.
Bullyng internacional
El representante de la Pastoral Mapuche sostuvo que “Chile se está dando cuenta por fin de que el pueblo mapuche es un pueblo con identidad propia, con vida propia, con una tradición de muchos siglos que la dominación española no pudo apagar y los primeros 50 a 70 años de independencia tampoco pudieron apagar. Los mapuches están volviendo a presentarse como lo que son: un pueblo con clara identidad propia”.
Es por eso que para él “el problema es mucho más complejo de lo que la gente piensa. Hay que revisar todo el enfoque que está dando Chile a esta problemática indígena. No se puede tratar de delincuentes a gente que está reclamando sus derechos desde hace muchos años. Aquí el ofensor principal en todo este tema es Chile. Los mapuches tenían un trato desde 1641 primero con las autoridades españolas y después con el Gobierno chileno en el que se respetaba el Bio Bío como frontera. Ese convenio Chile lo atropelló sin ningún motivo. Fue un caso de bullying internacional. Simplemente teníamos más fuerza y lo hicimos; ocupamos La Araucanía sin ningún derecho. Entonces, todo lo que ha venido después no deberíamos quejarnos”.