La situación la vivió Cristina Pinilla el pasado 30 de noviembre. El descubrimiento lo hizo al despegar adhesivo de la bolsa.
Una compleja situación fue la que vivió Cristina Pinilla el pasado 30 de noviembre, al interior de la Clínica Alemana de Temuco, esto luego que llegara hasta dicho centro médico por un fuerte dolor, que ella -en principio- atribuyó a cálculos renales.
“Estuve cerca de tres horas esperando que me atendieran y luego estuve cinco horas esperando en el box. Entre eso, me hicieron un par de exámenes. Me preguntaron si es que tenía dolor y les respondí que sí, por lo que me suministraron suero con analgésico”, señaló Cristina, quien añadió que producto de su aburrimiento, comenzó a revisar la bolsa de suero. Estaba tan aburrida, que me puse a mirar esta bolsita, la que era transparente y que lleva impresa letras negras. Sobre esto, ellos (la clínica) le ponen un adhesivo blanco, con su logo arriba y con datos que en realidad no los miré. Comencé a despegar ese papelito blanco y de pronto logro ver fecha de vencimiento año 2014. Vuelvo a mirar, ya que asumí que me estaba pasando rollos y decía fecha de elaboración 2013 y ex, de expiración, 2014”.
“Luego llegó la doctora para darme el alta, para decirme que los exámenes no arrojaron nada, que me iban a dejar con analgésicos, etcétera y yo le pido que me explique lo que acababa de ver en la bolsa del suero. Lo miró, lo leyó y me dijo que iba a llamar al enfermero para que él me explicara lo ocurrido. Llega el enfermero, observó la bolsa y reaccionó ‘ohhh… esto es grave’. Yo, por mientras, comencé a buscar información por internet con mi celular. Ahí explicaban que cuando se vence, deja de tener las propiedades y se transforma en agua común y corriente, a la cual le pudieron entrar microorganismos y si te la inyectan directamente a la sangre, los microorganismos pueden entrar a tu cuerpo y te envenenas”, explicó Cristina a ElPeriódico.cl.
La paciente añadió que luego de unos minutos, retornó el enfermero, reiterando que se trataba de una situación realmente grave y que llevaría de inmediato el caso al jefe de Laboratorio de la clínica. “Voy a buscar información y vuelvo, me señaló el enfermero. Pasado un rato me señalaron que iban a tomar las medidas para que no se repitiera con otros pacientes. Además, me recomendaron estar atenta a signos como subida de fiebre repentina, enrojecimiento del brazo, y malestares generales”, explicó Cristina, quien es empresaria gastronómica.
Redes sociales
Claramente Cristina avisó de su experiencia en redes sociales, “y se comunicó conmigo la enfermera jefa de la Clínica Alemana, para decirme que fue un tema muy delicado, que había una investigación interna, que en el fondo son cosas hechas por seres humanos, una cadena que en algún momento puede fallar y que me quedara tranquila, ya que estaban haciendo una investigación y al rato después, me llamó la encargada de Servicio al Cliente, dado que ella tomó el reclamo. Me dijo que quería hablar conmigo, ya que había visto unas fotos en Twitter que yo había subido y que en ninguna parte se indica que este producto era de ellos como clínica, o sea, poniendo en tela de juicio lo que yo tuitié. Yo consideré una falta de respeto que se ponga en tela de juicio mi denuncia y que se me diga -en cierta forma- que yo inventé una foto. O sea, todo lo que había hecho la enfermera jefe de darme las disculpas de caso, ahora ella lo arruinaba todo. Yo, en base a lo que me señaló una abogada, podría haber solicitado indemnización por todos los malos ratos y situaciones complejas que me hicieron vivir, pero lo que más me molestó fue la llamada de la encargada de Servicio al Cliente, ya que esto no fue el vencimiento de un par de días, se trató del vencimiento de un año. Dicho sea de paso, con respecto al problema de salud por el que fui a la Clínica, nunca supieron qué era o de qué se trató”, finalizó Cristina.
Por Guido Rebolledo C. (guidorebolledo@gmail.com)
Que negligencia mayuscula.Podrian haberle causado una septicemia que en caso mas grave incluso la muerte.