El exmandatario, quien es muy apreciado por el empresariado chileno, dice que el desafío político del país es continuar con el proceso constituyente.
Sin decir si votará Apruebo o Rechazo, el exPresidente Ricardo Lagos publicó una carta en la que se refiere al proceso constituyente luego del fin de la Convención Constitucional. En el texto, destaca la importancia de las constituciones y la necesidad que esta no sea “partisana”.
“El proceso constituyente en el que hoy estamos embarcados no terminará el 5 de septiembre, al día siguiente de que sepamos el resultado del plebiscito de salida, porque las dos alternativas en juego están lejos de convocar a la gran mayoría ciudadana”, señala.
El exMandatario sostiene que la Constitución de Pinochet no tiene el respaldo amplio de la ciudadanía “pues se utilizó el poder de veto de sectores partidarios del Estado ausente o subsidiario cada vez que se buscó reformarla” y añade que “Chile necesita y merece una Constitución que suscite consenso y que, más temprano que tarde, nos permita dejar de debatir acerca de ella para convivir dentro de ella”.
El exmandatario, quien es muy apreciado por el empresariado chileno añade que el desafío político del país es continuar con el proceso constituyente “hasta alcanzar un texto capaz de concitar un alto grado de aceptación ciudadana”. Y agrega que la responsabilidad de esto la tendrá el Gobierno del Presidente Gabriel Boric.
Lagos destaca que los dos escenarios que dejará el plebiscito del 4 de septiembre abren nuevos flancos. En el caso que sea el Rechazo el que se imponga, dice que “habría que rebajar el quórum para reformas constitucionales; eliminar las leyes orgánicas constitucionales y de quórum calificado y suprimir el control preventivo de oficio y del Tribunal Constitucional”.
Otros de los elementos que debería incorporar la actual Constitución en este caso, según Lagos, es “poner término a los vestigios de Estado subsidiario” y “consagrar el Estado social y democrático de derechos”, además de incorporar elementos de paridad y reconocimiento a pueblos originarios, “reconociéndoles un ámbito de razonable autonomía”.
Y en un eventual triunfo del Apruebo, el exPresidente sostiene que se debe “devolver el nombre del Poder Judicial equivalente a los otros dos poderes Legislativo y Ejecutivo”, además de ajustar las propuestas de sistema político de la Convención, revisando el bicameralismo, el Estado Regional y “el exceso de organismos autónomos”.
“El desafío por venir consistirá en construir una buena Constitución que nos una, a partir del texto que resulte vencedor. Tengo la convicción que ese es el gran desafío que deberán enfrentar, en un par de meses, las fuerzas políticas y que el Presidente de la República tiene el deber de liderar”, sentencia. “A ello contribuiré en lo que se encuentre a mi alcance”.