La iniciativa, cuya inversión para el municipio alcanzó los 3 millones de pesos, persigue potenciar y conservar actividades tradicionales de la ciudad.
Con el propósito de recuperar y mejorar los espacios públicos de Temuco, el municipio entregó seis nuevos carros lustrabotas a igual número de personas que por años cumplen esta labor en el centro de la comuna.
La iniciativa, cuya inversión para el municipio alcanzó los 3 millones de pesos, persigue potenciar y conservar actividades tradicionales de la ciudad, por lo cual, en alianza con la Escuela de Diseño de la Universidad Católica de Temuco, se diseñó y confeccionó el carro que permitirá a los lustrabotas renovar y mejorar su actual equipamiento de trabajo.
La estructura principal de los carros fue confeccionada en tubos de acero y planchas de acero laminado frío, tubos curvados, planchas cilindradas para la base, cilindradas y embatalladas para la cubierta, todo unido con soldadura TIG y acabado con pintura electroestática gris, asientos en terciado, espuma y cuerina, piso en terciado forrado con caucho negro estoperol y ruedas de goma maciza.
Tradicional oficio
Para el alcalde de Temuco, Miguel Becker, el objetivo principal de la iniciativa se cumple plenamente, en cuanto a brindar las mejores condiciones a quienes cumplen el tradicional oficio de lustrabotas en el centro de la capital regional.
“Este es un esperado y largo anhelo de las personas que realizan el oficio de lustrabotas en la Plaza Aníbal Pinto, donde pusimos a disposición este equipamiento que significó una inversión para el municipio de 3 millones de pesos y donde esperamos venga muchos transeúntes a lustrar sus zapatos en la plaza principal y les mejore el negocio a quienes desarrollan este actividad tradicional”, concluyó Becker.
Cabe precisar que en el diseño también intervinieron los propios lustrabotas, quienes recibieron sus respectivos equipamientos en calidad de comodato, por un plazo de dos años, renovable en el tiempo.
Desde hoy José Rodríguez y Pedro Gutiérrez, quienes por 30 y 60 años respectivamente, cumplen la tarea de lustrar los zapatos a quienes transitan por el centro de la ciudad, tendrán un renovado carro para seguir dejando “como nuevo” el calzado de sus habituales clientes.