La fiesta se desató en el Estadio Nacional apenas el juez del compromiso decretó el final del encuentro donde Chile se impuso a Ecuador. Tras un largo camino de poco más de dos años el sueño mundialista tuvo un final feliz.
Pitazo final del árbitro Leandro Vuaden y las lágrimas que comenzaron a rodar entre los jugadores de la Roja y en buena parte de los 47 mil asistentes al Estadio Nacional. Un llanto que esta vez, y a diferencia de tantas otras veces, no se generó por la frustración, rabia o impotencia… Esta vez fueron lágrimas de felicidad por la consecución de un sueño largamente esperado.
El triunfo 2-1 que cosecharon la noche de este martes los dirigidos por Jorge Sampaoli ante Ecuador desató la fiesta en el principal coliseo deportivo y en buena parte del territorio nacional. El triunfo dejó a Chile definitivamente los pasajes al Mundial de Brasil.
Una celebración que comenzó llena de nervios, pues si bien la Roja llegó al encuentro ante el “Tri” con la “tranquilidad” de saber que un empate los dejaba en la cita planetaria, el fantasma del empate ante Colombia y un cierto grado de temor a dejar escapar el paso directo atentaron contra el rendimiento de la Selección.
Jorge Valdivia no podía desequilibrar y las ganas y calidad de Alexis Sánchez parecían no bastar para complicar a un Ecuador que, tirando por la borda cualquier suspicacia de un “amigable” empate, intentaba mediante la Velocidad de Antonio Valencia.
Minuto 35
Los nervios eran grandes en el Nacional. Pero entonces apareció toda la categoría de Alexis Sánchez. Corría el minuto 35 cuando el tocopillano se disfrazó de Iván Zamorano para ganarle a los gigantones ecuatorianos y meter un cabezazo perfecto, maravilloso, idílico que se metió casi en un ángulo para poner el primero del partido.
Una diana que llamó a la liberación del equipo y de la hinchada que se quedó casi sin voz gritando la conquista del hombre del Barcelona. La fiesta estaba desatada y los invitados sólo podían celebrar.
El gol de Sánchez soltó a la Roja que de ahí en más mostró su mejor versión. El dinamismo que tanto le gusta a Sampaoli se hizo presente, al igual que la presión contaste y la movilidad.
Factores que terminaron por descomponer a los ecuatorianos, que vieron impávidos como a los 38’ Gary Medel, tras un pivoteo de Sánchez, ponía el segundo.
Ya no había vuelta atrás, la Roja, tras poco más de dos años marcados por la dicotomía del sufrimiento y la ilusión timbraba su pasaporte rumbo a Brasil.
Segundo tiempo
Pasajes que ratificó en el segundo tiempo, porque a diferencia del choque ante los cafeteros, Chile no sólo mantuvo el nivel de la primera mitad, sino que lo incrementó.
Durante la segunda fracción Chile parecía dar sinfonía de buen fútbol, velocidad, dinamismo y hambre de triunfo. Arturo Vidal, Valdivia, Eduardo Vargas y Sánchez buscaron incansablemente la tercera diana, pero el palo, el meta Domínguez y hasta la mala suerte impidieron la tercera celebración.
Pero justo en los mejores momentos de Chile Felipe Caicedo, en una rápida llegada, instaló nuevamente la incertidumbre al anotar el descuento para Ecuador. Corría el minuto 65 y el descuento era mucho castigo para los nacionales.
Pero esta vez Chile no estaba para sorpresas. Los nacionales no bajaron los brazos, siguieron machacando en busca del tanto de la tranquilidad, aguantaron a pie firme las llegadas de los visitantes hasta que en el tercer minuto de descuento el juez del compromiso decretó el final del partido.
Gritos, abrazos, festejos, lágrimas y una felicidad largamente contenida. Se terminó sufriendo, es verdad, pero esto no hizo más que incrementar el gusto dulce de la victoria. El sueño del Mundial está cumplido.
Temuco
En Temuco el festejo se trasladó hasta la Plaza de Armas de la capital regional, donde miles de hinchas llegaron para celebrar como en todo el país. Afortunadamente los festejos se desarrollaron en tranquilidad, donde automovilistas recorrieron luego las principales vías de la ciudad, haciendo sonar sus bocinas, sin que se registraran mayores incidentes.
Foto de @fdopazo3