La niña pesa 10 kilos y respira sin apoyo de ventilación mecánica durante el día. Desde el 2 de junio pasado permanece internada en la UCI del Hospital Hernán Henríquez.
Desde el 2 de junio pasado la ex siamesa María Paz permanece internada en la UCI del Hospital Hernán Henríquez de Temuco hasta donde fue trasladada desde Santiago. La niña, de 1 año y 8 meses de edad, es la regalona del servicio y se ha ganado el cariño de todos los funcionarios.
“Su recuperación ha sido lenta, pero notable. Ya pesa 10 kilos y 400 gramos y generalmente está contenta y animosa”, contó la madre de la menor, Jessica Navarrete.
El 13 de diciembre del año pasado, María Paz fue separada de su hermana María José en el Hospital Calvo Mackenna. El procedimiento, encabezado por el doctor Francisco Ossandón, subdirector quirúrgico del recinto pediátrico, se prolongó por 20 horas. Las guaguas, que habían nacido en Villarrica, compartían tórax, abdomen y pelvis.
María José no resistió la operación y murió 5 días después a causa de una falla orgánica múltiple asociada fundamentalmente a problemas cardíacos.
Dificultad respiratoria
Jessica Navarrete cuenta que su hija todavía necesita apoyo del ventilador mecánico para respirar en la noche. Esta ha sido una de las razones por las que todavía no le dan el alta médica. “Estamos esperando que llegue desde Santiago una máquina Bipap – suministra soporte ventilatorio- para que la apoye con la ventilación mecánica en la casa. Esperamos que el equipo esté en Temuco antes de Navidad”, añadió.
El doctor Francisco Ossandón había anticipado que la salida del respirador de la criatura iba a demorar, “porque como lleva tanto tiempo con el ventilador mecánico, no sabe respirar sola”.
Alimentación vía endovenosa
María Paz se alimenta por vía endovenosa, pero básicamente “porque está flojita y se acostumbró a recibir alimentos de esta manera”, cuenta. La mamá la visita todos los días en el hospital y le lleva juguetes para que la niña se entretenga. Viaja una hora y media desde Loncoche a Temuco para supervisar la evolución de su hija.
Su marido, Roberto Paredes, chofer de camión y sus otros hijos, Axel, de 14 años y Ailyn, de 19, visitan a la ex siamesa los fines de semana.
“Hay que tener fe”
Jessica Navarrete se ha enterado por la prensa del caso de las siamesas de Curicó -María Jesús y María Ignacia González Latorre- que están siendo evaluadas en el Hospital Calvo Mackenna y que podrían ser separadas en los próximos ocho meses, según anunciaron los médicos.
“Llamo a los papás a que tengan fe, mucha fuerza, que estén unidos. La familia en estos casos es fundamental. Deben tener esperanzas de que todo saldrá bien”, remarca la mujer.
Por Patricia Schüller G. de LaNación.cl