Se caen las versiones entregadas por la derecha que señalaban que el crimen del exteniente Ojeda era una sofisticada operación al nivel de la KGB y que era dirigida desde el Gobierno de Nicolás Maduro.
El fiscal Héctor Barros aseguró que el Tren de Aragua participó en el secuestro y homicidio del exmilitar y desertor venezolano, Ronald Ojeda, cuyo cuerpo fue encontrado el viernes en una toma ilegal de Maipú donde estaba enterrado.
Según detalló el persecutor, la banda criminal internacional está vinculada al crimen, que ayer tuvo la formalización del hasta ahora único detenido: un joven de 17 años, de nacionalidad venezolana y que ingresó a Chile de forma irregular.
El Tercer Juzgado de Garantía de Santiago determinó dejar a este adolescente en internación provisoria durante los 60 días que se dieron para la investigación.
Al imputado se le atribuye haber participado en el traslado posterior de Ojeda, además de ejercer labores de vigilancia y cobertura en este crimen.
“Acaba de terminar la audiencia de formalización del primer imputado que tenemos en esta causa, que quedó en internación provisoria decretada por el tribunal. Se dio por establecido concretamente la participación de él en el delito de secuestro con homicidio, como también el hecho que hay una organización transnacional que estaba operando en este secuestro vinculado al crimen organizado”, detalló el fiscal Barros.
Asimismo, indicó que “hemos estado realizando una serie de diligencias que están destinadas precisamente a establecer la participación de cada uno de los imputados con las complejidades que eso significa”.
“Es un contexto de criminalidad transnacional y criminalidad transnacional organizada, vinculado principalmente al Tren de Aragua en este caso”, puntualizó el persecutor.
Durante la formalización, el Ministerio Público señaló que la víctima no presentaba disparos y tampoco heridas con elementos cortopunzantes y que al parecer la causa de muerte -con data de entre 7 y 10 días- fue asfixia por mecánica posicional.
Respecto a la búsqueda de los otros dos delincuentes, quienes están identificados, se informó que corresponderían a las personas que se vistieron de policías y sacaron a Ojeda de su domicilio.
Entonces se caen las versiones entregadas por la derecha que señalaban que el crimen del exteniente Ojeda era una sofisticada operación al nivel de la KGB y que era dirigida desde el Gobierno de Nicolás Maduro.