Hecho conmocionó a cordillerana comuna en julio del año pasado. Durante la jornada, entregaron su testimonio la madre de la menor, la persona que la encontró y el propio acusado.
“Si yo no hubiese estado esa niña estaría muerta”. Así de clara fue Violeta Troncoso, la mujer que alertó a Carabineros de la presencia de la niña desaparecida en Curacautín en julio pasado y que se encontraba en poder de José Fuentealba Lara.
Y fue el testimonio de la mujer, el del propio Fuentealba Lara, de 51 años y el de la madre de la pequeña víctima de 11 años, los que marcaron la primera jornada de juicio oral que se lleva en contra del único sospechoso por el hecho ocurrido en el invierno pasado en Curacautín.
De acuerdo a lo que se ha conocido en el juicio, la menor desapareció la tarde del 8 de julio, luego que la pequeña saliera a realizar unas compras. La menor fue encontrada tres días después cuando Violeta Troncoso la escuchó llorar en una casa vecina que estaba deshabitada y avisó a la policía, a los minutos de chequear personalmente de que era la menor intensamente buscada en la comuna cordillerana.
Según la acusación liderada por el fiscal jefe de Curacautín, Iván Isla, el hombre secuestró, violó y agredió a la menor con un cuchillo. Por lo mismo, el fiscal Isla decidió acusar a Fuentealba por sustracción de menores calificada (incluye la agresión sexual) y lesiones menos grave. Por todo esto, el persecutor decidió pedir las penas de presidio perpetuo calificado (deben pasar 40 años para tener la posibilidad de acceder a beneficios) y 541 días por la agresión con el cuchillo (lesiones menos graves).
VOZ FISCAL ISLA:
Testimonios
Aparte del relato de Violeta Troncoso, quien reiteró los detalles de cómo encontró a la niña en una casa abandonada, se entregaron otros dos testimonios clave: el del propio acusado y el de la madre de la menor.
VOZ VIOLETA TRONCOSO:
Fuentealba Lara señaló en el estrado que abordó a la niña fuera del almacén donde compraba, ya que se le habían perdido (a ella) 600 pesos. Según él, la menor lloraba, ya que la castigarían por perder el dinero. En su relato, el hombre dijo que la invitó a la casa para reponerle la plata. “Ella accede conmigo a ir al frente del negocio, donde estaba yo viviendo. En ningún momento la tomé del brazo o la obligué. Ella accedió”, señaló el imputado.
El hombre continuó su versión y sostuvo que la niña no quiso irse a su casa, sino que siguió con el llanto porque, de acuerdo a su versión, en el hogar la víctima recibía malos tratos.
Fuentealba reconoció que mantuvo relaciones sexuales con la niña víctima, pero que éstas fueron consentidas. Además que durante los tres días que la tuvo en su poder, él siempre dispuso que la pequeña pudiera volver a casa. La versión, posteriormente, fue catalogada como “inverosímil” por el fiscal Iván Isla.
“En nuestra opinión, esto es insustentable. Hay que recordar que la niña presentaba una lesión con arma blanca y creer la versión es difícil. La versión es bastante alejada conforme a los antecedentes objetivos de la investigación. Los antecedentes que ha dado la menor escapan de cualquier voluntariedad tanto en la relación sexual como en el hecho de haberse mantenido en el lugar”, explicó el persecutor.
Madre de la menor
También estuvo en el estrado, la madre de la menor, quien incorporó el relato de la víctima directa del hecho. La mujer, con la voz temblorosa y a veces quebrada por la emoción, relató paso a paso lo que escuchó de su hija. Habló desde el momento que el imputado la tomó con fuerza del brazo y la llevó amenazada hasta la casa que Fuentealba compartía con su mujer (quien no estaba en el lugar). También relató que el sospechoso le dio de beber vino con bebida. Sobre el relato de la violación, la versión de la víctima es totalmente diferente a la de su agresor. La madre sostuvo que la niña le contó que Fuentealba la tomó por la fuerza, le apretó el cuello y la violentó sexualmente.
El crudo relato continuó y la mujer señaló que luego de pasar la noche y varias horas del día siguiente, el hombre decidió llevársela, ya que su esposa llegaría pronto. Durante esas horas, la habría trasladado hasta un sector rural, donde la hirió con el cuchillo. Luego, volvió hasta la casa y dejó a su víctima al interior del vehículo. “La mantuvo dentro del auto sin que ella pudiera moverse y con alcohol en el cuerpo”, acusó la madre de la niña desde el estrado.
Al día siguiente, Fuentealba Lara trasladó a la niña hasta la vivienda abandonada (en la que él había vivido y mantenía llaves), contigua a la casa de Violeta Troncoso, quien finalmente la encontró y dio la alerta a la policía. “Él me había pedido un balde con agua y me había pedido un escobillón, para qué, por qué”, se preguntaba Violeta Troncoso en el receso del juicio. La respuesta era una sola, según ella: para matarla.
En el juicio, que se espera termine este martes, declararán 10 testigos y ocho peritos. El tribunal está compuesto por los jueces Juan Bladimiro Santana Soto (presidente), Luis Sarmiento Luarte (redactor) y Cecilia Subiabre Tapia (tercer juez). La audiencia continuará este martes.
Por Rodrigo Vergara