Especialista de Temuco se refiere a los peligros de las dietas exprés

dietas restrictivas

Sobre efectividad de algunas famosas dietas como la del “genotipo” o de las “proteínas”, Elizabeth Nickel señaló que “si se evalúa eficacia de estas dietas, cumplen su función de bajar de peso de forma acelerada, pero es en base a pérdida de musculatura y no por pérdida de grasa.

Ya nos encontramos en la mitad de la primavera y ya muchos se preocupan de bajar esos kilitos de más que quedan al descubierto cuando usamos ropa más ligera. Pero ojo, bajar de peso en forma rápida, con las llamadas dietas exprés, puede tener efectos negativos para nuestra salud.

La nutricionista de Clínica Mayor de Temuco, Elizabeth Nickel, señaló que el objetivo debe estar orientado a la formación de hábitos saludables y no a dietas, con planes de alimentación personalizados según las características de cada persona, ya que no existen pautas estándares que sirvan para todos.

 

¿Cuándo partir?

“Se puede comenzar  a cambiar los hábitos alimenticios en cualquier momento, pero lo ideal es con el menor peso posible y no esperar a tener algún grado de obesidad importante o alguna patología asociada, como la diabetes o resistencia a la Insulina”, señaló la profesional.

Consultada sobre la efectividad de algunas famosas dietas como la del “genotipo” o de las “proteínas”, Nickel señaló que “si se evalúa la eficacia de estas dietas, cumplen su función de bajar de peso de forma acelerada, pero es en base a pérdida de la musculatura y no por pérdida de grasa. Por lo tanto, esa baja de peso no es saludable”.

La profesional advirtió además de los inconvenientes que presentan las personas después de someterse a una de estas dietas, sobre todo si tienen alguna enfermedad de base como diabetes, colesterol o resistencia a la insulina. “Se descompensan rápidamente y empeoran su estado de salud. Además, pueden tener complicaciones metabólicas como la aparición de hipotiroidismo, déficit de algunos nutrientes o daño renal por el exceso de proteínas que obligan a consumir ciertas dietas”, expresó.

Otra acción común en quienes buscan resultados rápidos es saltarse algunas comidas. Al respecto, la nutricionista de Clínica Mayor de Temuco dijo que “si el objetivo nutricional está enfocado a la baja de peso o mejora de perfil glicémico en diabéticos, la recomendación es no obviar ninguna comida, porque el trabajo del metabolismo disminuye, lo que trae como consecuencia que mi organismo se vuelva ‘ahorrador de calorías’, y se aumente de peso o que las glicemias se mantengan inestables y la persona diabética presente una hipoglicemia o baja de azúcar”.

Elizabeth Nickel de la clínica mayor

¿Cuantas comidas diarias sería lo ideal?

Para lograr con éxito un peso saludable, se recomiendan cuatro comidas principales y dos colaciones. La ingesta de calorías es individual y dependerá del objetivo de la intervención nutricional: bajar, mantener o aumentar de peso. Además, se debe tener presente el sexo, edad, actividad física, estado nutricional. Por lo tanto, el mínimo recomendado son mil 200 calorías y pueden llegar a variar hasta 3 mil calorías diarias.

 

Efectividad de los quemadores de grasas

Otra alternativa a la que acuden muchas personas que buscan rápidos resultados son los quemadores de grasas. Al respecto, Nickel señaló que no existe evidencia científica que certifique la efectividad de los ‘quemadores de grasa’ o ‘fat burners’, que se promocionan principalmente en gimnasios, centros de estética o farmacias. “Muchos de ellos tienen como componente principal diuréticos, lo cual facilita la pérdida de líquidos de nuestro organismo, y se refleja como pérdida de peso, pero una vez que la persona se hidrate nuevamente, retoma su peso o incluso lo aumenta. Además los que traen aceleradores del metabolismo, pueden producir insomnio, taquicardia o  sudoración excesiva”.

 

No olvidar la hidratación y el ejercicio

Diariamente perdemos entre dos a tres litros de agua a través de la orina, sudoración, heces y respiración, por lo tanto el aporte debe ser de un 80 por ciento a través de la ingesta de agua, ya sea en té, infusiones de hierbas, mate, agua natural o mineral sin gas, entre otras; lo restante se adquiere a través de alimentos sólidos.

Nickel dijo que “el agua activa los órganos vitales, mejora la digestión, presión sanguínea, evita infartos y embolias. El consumo en un adulto varía entre 1.5 a 2.5 litros diariamente, más medio litro por cada 30 minutos de ejercicios intensos”.

Respecto a la actividad física, la profesional destacó que cualquier intervención nutricional que no se acompañe de un adecuado plan de ejercicios físicos, verá entorpecida su eficacia. “Importante recalcar que para la disminución de la grasa corporal, la rutina debe estar basada en ejercicios de corta duración, alta intensidad y con varias repeticiones. Más que el tiempo destinado, debemos preocuparnos de la intensidad de nuestros ejercicios”, recomendó la profesional de la Clínica Mayor de Temuco.

Por Karina Rossi

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