En primera instancia, sacaron a un número menor de internos en dos carros celulares de Gendarmería. Alrededor de media hora después y en dos carros celulares más y un bus, trasladaron al resto de los reclusos.
Al contrario de lo que ocurrió en el recinto de Peñalolén, en Punta Peuco la situación fue mucho más tranquila por la ausencia de manifestantes.
Los internos, entre ellos Manuel Contreras, viajaron con médicos debido al protocolo impuesto por Gendarmería, según lo confirmó el Coronel Óscar Salazar.
Los primeros carros celulares estuvieron escasos minutos dentro del recinto Cordillera y sacaron a un número menor de internos. En tanto, los otros dos vehículos que ingresaron alrededor de media hora después, más un bus de Gendarmería, se demoraron más tiempo en salir y trasladaron al resto de los militares en retiro.
Al abandono, el ánimo de las personas que llegaron al lugar -muchas de ellas pertenecientes a agrupaciones de los Derechos Humanos- se encendió y lanzaron huevos y objetos contundentes a los vehículos.
También se realizó una velatón y una intervención urbana durante la tarde recordando las torturas de los militares en los años de Dictadura.
El recorrido de los carros celulares fue atentamente seguido por medios de comunicación y se realizó sin inconvenientes. Tampoco se encontraron con manifestaciones en el camino.
Recordar que el Presidente Sebastián Piñera anunció hace un par de días el cierre del Penal Cordillera, desatando una polémica entre la familia militar, RN y la oposición.
Por nuestro medio asociado Nación.cl