Según información recabada en el recurso de protección, el proyecto pretende talar y eliminar los árboles existentes de calle Blanco, desde Rodríguez hasta Balmaceda. Son cerca de 30 árboles amenazados, entre nativos, frutales y ornamentales.
Con un recurso de protección presentado el pasado 30 de noviembre de este año y declarado admisible en forma por la Corte de Apelaciones de Temuco el 7 de diciembre, vecinas y vecinos del tradicional barrio temuquense Coilaco, zona de conservación histórica según el Plan Regulador de la capital de La Araucanía, defienden los árboles de calle Blanco, amenazados por el proyecto Reposición Eje Blanco Encalada – Paseo Las Flores de Temuco (Etapa 2).
Con un monto de inversión que supera los 687 millones de pesos financiado por el Minvu, el proyecto considera la reposición de la calzada y aceras de la calle Blanco Encalada, para el tramo entre Manuel Rodríguez y Avenida Balmaceda. Es así como el 25 de noviembre la empresa constructora Mario Mariangel Ltda., ejecutora del proyecto, procedió a talar 11 árboles de calle Blanco Encalada, causando la indignación en las vecinas y vecinos del barrio, incluyendo las floristas de calle Blanco y Balmaceda, quienes desconocían que el proyecto contemplaba el corte de los árboles.
Ante esto, Daniela Ayala, vecina del barrio, señaló que “los árboles son parte de nuestro entorno, es un daño terrible el que nos hacen, al ambiente y a todos nosotros. Se debería rediseñar las obras para que se evite la tala de los árboles. Estamos pidiendo explicaciones al Serviu porque no hay transparencia de su parte, no podemos saber qué nos parece el proyecto completo porque no se nos ha informado a pesar que hemos solicitado información, pero no hemos recibido respuestas”.
Según información recabada en el recurso de protección, el proyecto pretende talar y eliminar los árboles existentes de calle Blanco, desde Rodríguez hasta Balmaceda. Son cerca de 30 árboles amenazados, entre nativos, frutales y ornamentales, muchos de ellos plantados por las mismas familias, como un canelo de 33 años, árbol endémico y sagrado para el pueblo mapuche.
José Ravest, vecino del barrio, agregó que “vivo hace 10 años en este barrio de conservación histórica Coilaco. Siento que es horroroso ver como la Municipalidad de Temuco, la constructora Mario Mariangel Ltda., el Serviu y el Minvu, pasen por alto la conservación de flora y fauna de este barrio histórico, además, pasan por alto, sin ningún consentimiento, el valioso recuerdo emotivo de nuestras vecinas, que en su niñez vieron cuando y como se plantaban aquellos árboles. Es prioritario comentar que en esos árboles podemos encontrar nidos, estancias momentáneas y desplazamientos de distintas aves nativas, chercanes, cachuditos, gorriones, tiuque, y también paradas transitorias de aves como chirihue, torcaza y migratorias como choroy, mirlo o tordos y huaravo. Insectos como escarabajos, de diversos tipos que bajan desde el Cerro Ñielol, dejándose caer en el importante refugio de nuestros árboles, además de mariposas, libélulas. Es terrible la nula conciencia ambiental”.
Este proyecto de infraestructura vial es llevado a cabo por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo y el Servicio de Vivienda y Urbanismo de La Araucanía. Por su parte, la Municipalidad de Temuco es responsable de la mantención y conservación del arbolado urbano, en tanto bien nacional de uso público, por lo cual es el ente que autoriza la remoción de los árboles para los proyectos de urbanismo.
Angélica Lezano, de la ONG Verde Urbano, señala que “esperamos que la Corte de Apelaciones de Temuco falle a favor de los vecinos del Barrio Coilaco, restituya el deber del Estado de preservar la naturaleza y garantice los múltiples beneficios que brindan los árboles a la comunidad. No es posible que por remodelar una vía de tránsito, se destruya un bien común. No se trata de hechos aislados, en Temuco vemos una deforestación permanente a causa de proyectos viales e inmobiliarios que no integran el patrimonio natural”.
Desde la Red de Acción por los Derechos Ambientales, la bióloga Alejandra Parra, señaló que “los árboles cumplen varios roles de importancia en la ciudad: limpian el aire, bajan la temperatura en verano, interceptan la lluvia en invierno infiltrándola en el suelo, dan albergue a especies de aves, insectos, reptiles y mamíferos, y hermosean el paisaje, haciéndolo más acogedor. Cortar decenas de árboles en una ciudad para remodelar una calle es despreciar el valor que estos seres vivos tienen no solo para las personas que habitan el sector, sino para todos los seres vivos que dependen de ellos”.
La orden de no innovar declarada a lugar por la Corte de Apelaciones de Temuco, prohíbe que se continúen talando los árboles hasta que se resuelva el fondo del recurso, lo cual debería ocurrir en las próximas semanas. Sin embargo, las vecinas y vecinos del barrio denuncian que el 14 de diciembre se volvió a talar un espécimen y que se han dañado las raíces y fustes de varios árboles por la instalación de tuberías, lo que constituye un desacato a la orden de la Corte.
Además señalar que los vecinos se encuentran sorprendidos por el remplazo de los antiguos y tradicionales adoquines por cemento, lo que también es un grave daño al patrimonio de la ciudad y uno de sus barrios históricos.