Techo-Chile, a través de su nuevo director regional, Juan Carlos Concha, compartió con las familias de la Toma N°3, para orientarlos en este difícil momento que viven y por sobre todo, verificar el estado de las familias.
Momentos difíciles viven cientos de familias de Collipulli, debido a que por diversos motivos, se han quedado sin un hogar donde vivir, situación que los llevó a tomarse algunos terrenos de la comuna, hecho que sólo este medio lo ha comunicado a la población.
Así lo explicó Jenny Aguayo Altamirano, vicepresidenta de la Toma N° 3 “Sueño por mi Casa”, quien comentó que “fuimos corriendo la voz para que las personas que realmente necesitaban un lugar donde vivir, se vinieran a este terreno y actualmente somos 35 familias”.
Agregó que “todos los que estamos aquí trabajamos y nos ayudamos entre nosotros y hoy podemos decir que somos una sola familia y nos estamos organizando de la mejor forma posible. Nosotros no estamos pidiendo las cosas gratis. En ningún momento hemos dicho eso. Si hay que pagar, lo haremos, pero necesitamos una casa”.
Por su parte, Jaqueline Albornoz, tesorera de la toma, entregó su testimonio. “Lamentablemente no pude entregar el dinero que me solicitaban desde el comité. Tenía el dinero para mi casa, pero tuve que pagar deudas acumuladas y además tuve que entregar la casa que arrendaba y para mí, la toma fue la primera solución que yo encontré a mi problema”, sostuvo.
30 mil familias en todo Chile
Es así que, Techo-Chile, a través de su nuevo director regional, Juan Carlos Concha, compartió con las familias de la Toma N°3, para orientarlos en este difícil momento que viven y por sobre todo, verificar el estado de las familias.
Concha señaló a los presentes que “como Fundación, los estamos visitando para saber cómo están las familias, porque nos preocupa los focos de infección que se puedan generar y también la falta de alimentos, electricidad, agua”.
Además, aclaró que “si bien como Techo-Chile, no avalamos las tomas de terreno como un método de presión, si nos interesa de sobre manera el estado de las familias. También hacer un llamado a las autoridades, porque este es un síntoma de un problema más grande, el cual es déficit de vivienda que hay en la región, lo cual llevará a la aparición de nuevos campamentos o el crecimiento de estos. Lo que está pasando en la región es la realidad que vive más de 30 mil familias en todo Chile y es el momento de que alguien se haga cargo de esta problemática”, concluyó.
Por Madolyn Sepúlveda