“Hoy hemos entregado 400 hectáreas para la comunidad Cunco, quienes tienen su origen en la costa de La Araucanía y cuyas familias fueron erradicadas después del maremoto de 1960”, explicó el subdirector nacional de Conadi.
Aunque debieron dejar sus tierras a orillas del mar en 1960 y esperar más de 18 años desde su postulación al Fondo de Tierras de Conadi, las 95 familias que integran la comunidad mapuche de Cunco celebraron la entrega de casi 400 hectáreas de tierras con apoyo productivo que significan una mejoría definitiva en su calidad de vida.
“Hoy hemos entregado 400 hectáreas para la comunidad Cunco, quienes tienen su origen en la costa de La Araucanía y cuyas familias fueron erradicadas después del maremoto de 1960. Esto ratifica las políticas de Tierras del Gobierno, que no entrega sólo territorios, sino que pone fin a la espera de tantos años, para que puedan seguir saliendo adelante y obtengan un futuro mejor”, señaló Germán Riquelme, subdirector nacional de la Conadi.
El terremoto
“Mi madre y mi padre se asustaron, corríamos para todos lados, con los primeros grandes temblores cayó la casa, se quemó y quedamos sin casa. Mi papá nos tiró al otro lado de un estero para protegernos, nosotros corríamos por un corral y nos caíamos por la fuerza de los temblores, después él cortó los cercos para que se salvaran los animales y en eso vimos el vapor del mar que se acercaba y sentimos el bramido del mar. Fue muy triste, ojalá nunca volvamos a pasar por algo como eso”.
Aunque la narración de Jacinta Calcumil se asemeja mucho a lo ocurrido en febrero de 2010, se trata de la experiencia que vivió cuando tenía sólo nueve años, en una comunidad mapuche ubicada en Toltén, frente al mar, la que fue violentamente devastada por el terremoto y maremoto de 1960, el fenómeno telúrico más grande del que se tiene registro a nivel mundial.
Posteriormente, el Gobierno de la época decidió trasladar las comunidades cercanas al mar debido al peligro de este tipo de fenómenos, y en el caso de Jacinta, a su comunidad le correspondió un pequeño terreno en el sector La Esperanza, en la comuna de Cunco, donde se instalaron en 1970. Tras la creación de la Ley Indígena en 1993, ella y sus vecinos fundaron la comunidad indígena el 28 de enero de 1995, y debido a la escasez de terrenos en que habitaban, en octubre de 1999 presentaron su demanda de tierras ante Conadi.
Gran celebración
Es por ello que al resultar beneficiados con dos fundos que suman casi 400 hectáreas y que requirieron una inversión de más de mil millones de pesos, todos los integrantes de la comunidad se reunieron en la gran sede del sector “La Esperanza” para celebrar con alimentos mapuches, asados, emocionantes discursos e incluso con algunos pies de cueca, donde destacó la participación de los integrantes más jóvenes de la comunidad.
“A pesar que estuvimos entre las primeras comunidades creadas bajo la Ley Indígena y ya llevábamos postulando 18 años a tierras sin ser beneficiados, siempre confiamos e hicimos todos nuestros procesos en paz, tomando acuerdos de comunidad y hoy estamos contentos de recibir estos terrenos”, señaló Jacinta Calcumil, actual vicepresidenta de la comunidad de Cunco.
“Estamos muy contentos por la entrega de estas tierras con que nos favoreció la Conadi, las que son una verdadera bendición para las familias más jóvenes de nuestra comunidad”, agregó Víctor Landeros Alcahueñe, presidente de la comunidad de Cunco.
Además del gran trauma que sufrieron los integrantes mayores de esta comunidad en 1960, las 95 familias que integran la comunidad de Cunco tenían hasta ahora una situación socioecómica bastante vulnerable, por lo que luego de este beneficio entregado por Conadi, podrán postular a los múltiples beneficios que otorga el Gobierno y elevarán su calidad de vida, procurando así un futuro mejor para todos sus integrantes.
Por Luis Fuentes