Si la Municipalidad fiscalizara con el rigor que exige Hernández, él sería uno de los principales afectados. Propiedad donde su padre maneja un taller en Av. Colo Colo 943, no tiene permisos de edificación ni recepción final de obras. Hernández dice que es “un honor ser un ejemplo de ponerme al día” y asegura que comenzó los trámites hace dos meses.
“Casi el 90 por ciento de las edificaciones de Pucón no tiene permisos de edificación. Mi padre un taller en Avenida Colo Colo y una casa. Mi padre está enfermo y producto que él ya no puede trabajar, íbamos a construir unos locales comerciales y nos encontramos que debía contribuciones y no tenía permiso de edificación. Pese a que él es una persona muy ordenada”.
De esta manera, el concejal Cristian Hernández explicó a ElPeriódico.cl, la situación irregular en la que se encuentra la casa donde además funciona el taller de su padre. La cifra que entrega el edil puede estar cercana a la verdad. Pero la diferencia es que él ha sido uno de los más enconados fiscalizadores contra las construcciones irregulares en la comuna.
En Avenida Colo Colo 943, en pleno centro de la ciudad, funciona el taller, que es propiedad de su padre. Según pudo constatar ElPeriódico.cl, en un documento oficial de la Municipalidad firmado por Rodrigo Ortiz Schneier, “la propiedad ubicada en calle Colo Colo n°943 ubicada en la comuna de Pucón, corresponde al rol de avaluo 00163-0005 no contando con registros de Permisos de Edificación y Recepción definitiva por parte de la Dirección de Obras Municipal”.
Cristian Hernández asegura que desde hace dos meses trabaja en los trámites para conseguir la regularización. “Nos apersonamos en el SII, luego en Temuco y pagamos las contribuciones que en aquel momento y al día de hoy, están como sitio eriazo. Pagadas las contribuciones, nos pusimos de cabeza a regularizar. Fui al municipio a sacar el certificado de informes previos, hicimos todo el trámite de lo que me pide un arquitecto para regularizar cuanto antes, vía Ley del Mono o el mecanismo normal de regularización. En eso estamos”, aclara.
A mediados de abril, justo un mes antes de las elecciones municipales y nada menos que en canales de televisión abierta de alcance nacional. En las noticias de horario estelar “Pollopucón”, salió denunciando a la Municipalidad por su falta de fiscalización. Causa de que la Contraloría haya detectado cerca de 200 viviendas construidas, pero con permisos no regularizados.
Por eso, Hernández asegura que esta revelación de una construcción irregular ligada a su familia, es una campaña de persecución de quienes se han visto afectados por sus denuncias. “Es una vendetta de todos los infelices que usufructúan en Pucón sin pagar derechos de construcción, parcelando de forma ilegal como muchos en espacios no regularizados. Para mí no es ninguna novedad, al revés. Para mí es un honor ser ejemplo de ponerme al día. Muchos vecinos de Pucón no tienen ni la más mínima orientación de lo que es un certificado de informes previos, nunca se les avisa cuando acogerse a la Ley del Mono, entre muchas otras cosas. Para mí, feliz que sea público, porque me va a dar pie para seguir denunciando, tal cual como lo he hecho con una cantidad de gente, que son los más preocupados de perseguirme”, afirma.
La tensión con Barra
De su padre, un artesano en fierro heredó el apodo de “Pollo”, con el que se ha convertido en una marca “Pollopucón”. Es esa marca que ha construido, la que se enfrenta continuamente al alcalde, a pesar que son compañeros de partido. En los concejos municipales de las últimas semanas Hernández ha mostrado sus reparos a proyectos inmobiliarios con extensas diatribas, en contra del desarrollo inmobiliario y a favor del medioambiente, para después decir que apoyará lo que las unidades técnicas decidan. “La verdad es que por salud mental mejor no escucharte” le dijo el alcalde en uno de los últimos consejos municipales de junio.
Si no fuera porque hizo campaña por Luciano Rivas, el gobernador regional de RN, y está con la facción de Desbordes dentro del partido de Gobierno, sería fácil pensar que Cristian Hernández Schmidt es de oposición. El 8 de junio envió un oficio al alcalde, recordándole el atraso en las obras viales de mejoramiento en la zona de Quetroleufu, con un párrafo muy ilustrativo para saber cuál es el camino que está tomando el concejal: [el sector] ha tenido un crecimiento que urge regular y estandarizar”. Cuando habló para Canal 13 y CHV, Hernández apuntó directamente a la administración del alcalde Barra.
“A la Dirección de Obras le faltan herramientas para hacer una fiscalización óptima. El municipio debiera poner mayores recursos para una fiscalización, para ver si tienen recepción final (…). Aquí hay quizá un notable abandono de deberes al no hacer los cobros pertinentes”, fueron algunas de las frases que se despachó Hernández. Incluso, deslizó una amenaza velada al asegurar que “hay construcciones que son irregularizables, lo que toca es la demolición”, afirmó.
El 27 de junio, durante el concejo municipal, la tensión entre ambos volvió a quedar de manifiesto cuando el grupo de concejales se disponía a votar la nueva ordenanza de parquímetros y Hernández, haciendo uso de la palabra, explicó que las modificaciones no podían votarse sin antes decidir qué ocurrirá con el estacionamiento en calle O’Higgins. Fue difícil que ambos se escucharan.
Una situación completamente opuesta a la que ocurría entre ambos en el período electoral anterior. Cuando Cristián Hernández era para quien quisiera entender algo de política local, el “delfín” del alcalde Barra para continuar su legado al frente de la comuna. Pero todo cambió en 2016, cuando Carlos Barra anunció que se iba a repostular. En adelante, la relación se ha ido deteriorando.