A fines de la semana pasada, la disminución de la marea era alrededor de 66 centímetros y se espera que en los próximos días alcance los 70 centímetros.
En los últimos días, resulta preocupante la situación que presentan los emblemáticos canales de Venecia, ciudad del noreste de Italia, en su mayoría afectados por mareas inusualmente bajas que provocan zanjas fangosas.
A fines de la semana pasada, la disminución de la marea era alrededor de 66 centímetros y se espera que en los próximos días alcance los 70 centímetros.
Desde hace siglos, las calles venecianas sirven como vías de trasporte, pero la actual situación impide la navegación de las góndolas por ciertas zonas de la ciudad, dificultando los desplazamientos de los servicios de salvamento, bomberos, policía y ambulancias, que ha interferido en sus labores habituales, debiendo trasladarse a pie.
Es evidente además el impacto medioambiental al exponer a la flora, la fauna y los seres humanos a una mezcla de malos olores, peces muertos y movilidad reducida, además de la exposición a la contaminación del fondo de los canales, mayormente compuesta por productos químicos y metales pesados de la industria y el tráfico marítimo.
Asimismo, la sequía que enfrenta a Venecia pudiera ser un sistema persistente de alta presión estacionado sobre gran parte del país, que coincide con un ciclo lunar que produce niveles de agua ultrabajos.
Es común que entre enero y febrero, Venecia enfrente sequías, pero los expertos indican que este año se ha prolongado más de lo habitual, probablemente por la falta de precipitaciones agravada por la escasa nieve alpina, importante en la estabilidad del volumen de agua en los lagos y ríos de la región.
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