
Zelenski, que tiene proscrito más de 11 partidos políticos de izquierda, que desarrolló una limpieza étnica contra la población ruso-parlante y que ha integrado al Ejército organizaciones nazis, que suspendió las elecciones en su país, por tanto ya forma parte de la lista de dictadores ilegítimos del mundo, sigue siendo para Gabriel Boric un ejemplo mundial en Derechos Humanos.
Como ya hemos visto en los medios de comunicación oficiales, Gabriel Boric partió raudo a la llamada ‘cumbre de paz de Ucrania’, que tiene lugar en Suiza los días 15 y 16 de junio.
Como suele hacerlo Boric, muy cuadrado con las órdenes de EE.UU., Boric corrió a abrazar al líder del régimen de Ucrania, Volodímir Zelenski, para entregarle su apoyo incondicional.
A diferencia de Boric y de una manera digna, el Presidente de Columbia, Gustavo Petro y otros líderes latinoamericanos, no formó parte de esta actividad, señalando que la conferencia es “básicamente un alinderamiento al lado de la guerra” y Bogotá “no está de acuerdo con eso”.
Petro declaró que “he decidido suspender mi visita y la invitación a la conferencia en Suiza, porque América Latina no quiere más guerra, lo que quiere es la construcción de la paz lo más pronto posible”.
China y muchos países importantes del Sur Global, como Brasil y México, se negaron a participar en la cumbre, afirmando que no tiene sentido discutir la posibilidad de poner fin al conflicto sin Rusia, ya que este país no fue invitado a participar, o sea, hablarán de paz, pero con la participación sólo de una de las partes.
Zelenski, que tiene proscrito más de 11 partidos políticos de izquierda, que desarrolló una limpieza étnica contra la población ruso-parlante y que ha integrado al Ejército organizaciones nazis, que suspendió las elecciones en su país, por tanto ya forma parte de la lista de dictadores ilegítimos del mundo, sigue siendo para Gabriel Boric un ejemplo mundial en Derechos Humanos.
La Cumbre, que inicialmente prometía la participación de más de 150 países, ha visto cómo muchos de estos retiraban su apoyo, dejando una asistencia reducida de aproximadamente 50 naciones, con una gran mayoría enviando solo a funcionarios de menor rango y no a jefes de Estado. La exclusión de Rusia, uno de los actores clave en el conflicto, ha sido un factor determinante en la falta de credibilidad y eficacia percibida de la conferencia. María Zajárova, portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, calificó la cumbre como “otro engaño inventado por el Departamento de Estado de EE.UU.”, subrayando la falta de intención genuina de alcanzar un acuerdo de paz real sin la participación de Rusia.
Boric y Milei, unidos hasta el fin…