Dos décadas trabajando en regiones africanas, realizando importantes hallazgos que dan cuenta de la evolución humana, han permitido al antropólogo René Bobe concluir que el origen del hombre está en África.
“¿Somos todos Africanos? Lo que sabe la ciencia sobre el origen del hombre”, fue la conferencia impartida en la Universidad Mayor por el destacado Académico de la Universidad de George Washington, Estados Unidos, René Bobe, reconocido por realizar importantes hallazgos que dan cuenta de la evolución humana.
Desde la antropología biológica, el PhD en antropología expuso en base a sus investigaciones en Kenya y en Etiopía, en busca de los orígenes del ser humano, las que lo han llevado a ser parte de expediciones que han descubierto restos de un homínido-integrante de familia de mamíferos primates- de 3 años que vivió hace 3,3 millones de años.
Con respecto a los orígenes del ser humano, Bobe puntualizó que provenimos al igual que los grandes simios africanos (chimpancé, bombo y gorila) de una especie ya extinta, distinguiéndonos de los simios por ser el único primate con marcha bípeda y manos liberadas, lo que habla de una adaptación producto de un cambio social, siendo otra diferencia de los homínidos la reducción en el tamaño de los caninos. Divergencias evolutivas que marcaron la separación de los simios hace 6 millones de años y que con el tiempo implicaron la migración desde África a otros lugares del planeta.
Herramientas de piedra para comer carne
“Es posible afirmar que la evidencia más importante de nuestros orígenes viene de África, porque dos tercios de las especies de la evolución de los homínidos se encuentran en este continente”, señaló el antropólogo René Bobe.
También se refirió a hallazgos de huesos de animales con marcas de corte, que datan de 3.3 millones de años, que dan cuenta del uso de nuestros ancestros de herramientas de piedra para comer carne y obtener médula del interior de los huesos de animales, un vestigio más de la evolución.
Para este antropólogo la evolución de la especie humana se debe entre otros factores a la baja de las temperaturas globales, cambios en el comportamiento y alimentación. Es así como la morfología de la cabeza del Homo Erectus -casi igual a la del ser humano moderno- permite concluir que debido a esta condición se alimentó de grandes depredadores , trasladándose de la selva a la sabana, llegando a la utilización del fuego para protegerse de los carnívoros.
Por Cinthya Covarrubias Cárdenas