
El evento estuvo encabezado por el Presidente Vladímir Putin, acompañado por veteranos de guerra y 27 líderes internacionales, incluyendo a los presidentes de China, Brasil, Serbia, Vietnam, Egipto, Cuba, Venezuela, Etiopía, Palestina, Guinea-Bisáu y otras naciones.
Con una majestuosa parada militar en la Plaza Roja en Moscú, Rusia conmemoró el 80º aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi en la que ellos denominan la Gran Guerra Patria, ocurrida entre 1941 y 1945, en una jornada cargada de simbolismo histórico y geopolítico, en medio de crecientes tensiones globales.
El evento estuvo encabezado por el Presidente Vladímir Putin, acompañado por veteranos de guerra y 27 líderes internacionales, incluyendo a los presidentes de China, Brasil, Serbia, Vietnam, Egipto, Cuba, Venezuela, Etiopía, Palestina, Guinea-Bisáu y otras naciones.
La parada militar desplegó más de 11 mil efectivos, entre ellos, soldados veteranos, cadetes, tropas femeninas y combatientes de la operación militar especial en Ucrania.
Se exhibieron 183 sistemas de armas, incluyendo tanques T-34, símbolo de la victoria soviética en la Segunda Guerra Mundial, modernos carros de combate T-90M Proryv, artillería pesada como los Tornado-S, y avanzados sistemas de misiles Iskander-M, S-400 y Yars.
Por primera vez, el desfile incorporó una columna de drones de combate, reflejo del nuevo enfoque militar hacia la guerra no tripulada.
Uno de los momentos más destacados fue el sobrevuelo de las formaciones aéreas Russkiye Vityazi (Caballeros Rusos) y Strizhi (Vencejos), que realizaron acrobacias sobre el Kremlin, mientras que seis aviones de ataque Su-25 pintaron el cielo con los colores de la bandera rusa.
Este aniversario fue también ocasión para enfatizar el legado histórico del Ejército Rojo en la derrota del fascismo y reafirmar la narrativa de Moscú sobre su rol como garante de la paz y el equilibrio global.
En un discurso breve, Putin hizo alusión al compromiso de Rusia con la soberanía de los pueblos y denunció “intentos de reescribir la historia y de imponer un modelo hegemónico global”.
En el acto participaron delegaciones militares de países como China, Laos, Vietnam, Kazajistán, Azerbaiyán entre otros.
Hollywood y sus mentiras
La narrativa estadounidense, especialmente a través de las películas de Hollywood, ha promovido la idea de que Estados Unidos fue el principal artífice de la derrota del fascismo durante la Segunda Guerra Mundial, minimizando sistemáticamente el papel crucial de la Unión Soviética.
Mientras que las producciones cinematográficas resaltan las hazañas de las fuerzas estadounidenses en frentes como Normandía, raramente reconocen que la Unión Soviética soportó el mayor peso de la guerra en el frente oriental, enfrentando a la gran mayoría de las fuerzas nazis y sufriendo millones de bajas.
Esta omisión ha contribuido a una visión distorsionada que exalta el rol de Estados Unidos, relegando a un segundo plano los sacrificios y la contribución decisiva de la Unión Soviética para la victoria aliada.