
A días de conmemorarse el Día Nacional Contra la Violencia en el Pololeo, las profesionales del Departamento Igualdad de Género de la Municipalidad de Temuco advierten sobre las señales de alerta en relaciones de pareja entre adolescentes y jóvenes, para prevenir la normalización de conductas abusivas.
Cada 7 de febrero se conmemora en Chile el Día Nacional Contra la Violencia en el Pololeo, establecido por la Ley 21.393, para concientizar a la población respecto a esta temática, eliminar la naturalización de la violencia en que se desarrollan las dinámicas relaciones sentimentales entre adolescente y jóvenes, y crear un espacio que sirva para facilitar las diversas campañas en los medios de comunicación masiva, redes sociales, que tienen como finalidad la sensibilización sobre este tópico para su prevención, detección y eliminación.
A su vez, se encuentra la Ley 21.523 (conocida mediáticamente como Ley Antonia), la cual busca mejorar las garantías procesales de las víctimas de delitos sexuales, proteger los derechos de éstas y evitar su revictimización.
En este contexto, la Dirección de Seguridad Pública de la Municipalidad de Temuco, a través de su Departamento de Igualdad de Género, destaca las señales de alerta que pueden indicar la existencia de una relación abusiva y la necesidad de intervención temprana.
¿Cómo identificar la violencia en el pololeo?
Si bien, las profesionales del Departamento de Igualdad de Género aclaran que los indicios de violencia en el pololeo puede ser difícil de reconocer, ya que muchas veces comienza con comportamientos que parecen inofensivos, con el tiempo, escalan a formas más graves de agresión. Sin embargo, es fundamental aprender a identificar estas señales como los celos excesivos, cuando una de las personas constantemente interroga o limita las actividades sociales, las amistades o la libertad de su pareja por “celos”, el control constante, es decir, los intentos por controlar el tiempo, las decisiones, las ropas o incluso las redes sociales de la otra persona. Las descalificaciones, es decir, comentarios hirientes, humillantes o insultantes, ya sea de manera verbal o sutil, que intentan menospreciar a la pareja. El aislamiento social, caracterizado por la desaprobación o descalificación del entorno de la pareja, buscando alejarla de su red de apoyo. Las amenazas o intimidaciones, ya sean físicas, emocionales o psicológicas, para manipular a la otra persona. El control financiero, mediante el intento de controlar o restringir el acceso a dinero, hacer sentir a la pareja dependiente económicamente y a la vez la agresividad física, siendo esta como cualquier tipo de contacto físico no deseado, empujones, golpes o agresiones, independientemente de su intensidad y/o dolor.
En conversación con Daffne Alonso Méndez, psicóloga del Departamento de Igualdad de Género de la Dirección de Seguridad Pública de Temuco, aseguró que “la violencia en el pololeo es una grave problemática que afecta a muchas personas, especialmente a adolescentes y jóvenes mujeres. Esta se manifiesta de diversas formas, como la violencia simbólica, física, digital, psicológica, emocional, sexual y económica. Esta violencia puede comenzar con actitudes controladoras, celos excesivos, insultos o humillaciones, y en casos más extremos, puede llevar a situaciones de abuso físico inclusive el riesgo vital”.
Bajo este contexto, Alonso señaló que “es importante reconocer que, en una relación de pareja, el respeto, la comunicación y el consentimiento mutuo son fundamentales para que la relación sea sana y equilibrada. La violencia no tiene cabida en ningún tipo de relación, y es crucial que quienes la experimentan busquen ayuda. Todas las personas debemos ser conscientes que el amor nunca debe ser sinónimo de sufrimiento o miedo”.
Por su parte, Solange Arévalo Andia, coordinadora del Programa de Prevención Para la Igualdad del Departamento Igualdad de Género de la Dirección de Seguridad Pública de Temuco, apuntó que “la violencia en el pololeo es un fenómeno social complejo por los factores que intervienen, además de las características individuales de las personas, los factores socioculturales como los mitos del amor romántico y los estereotipos de género que se transforman en factores de riesgo de la violencia. Respecto de los aspectos familiares y de influencia de los pares, es muy importante tener presente que la violencia en las primeras experiencias románticas, pueden pasar inadvertidas, además de las consecuencias que afectan en personas tan jóvenes”.
Añade que “las relaciones afectivas tempranas pueden recibir distintos nombres, pero siempre son importantes para quienes las viven. Las personas adultas significativas y cercanas, deben generar condiciones de confianza con ellas, para constituirse en factores de protección de éstas. Muchas veces las personas adultas invisibilizan la violencia en adolescentes”, deslizó Arévalo.
La trabajadora social de profesión, detalla que “las relaciones afectivas pueden iniciar tempranamente cerca de los 12 ó 13 años, muchas veces independiente del permiso o no de sus personas cuidadoras. En este contexto, los medios digitales son nuevos canales a través de los cuales se ejerce o recibe violencia, fundamentalmente a través del control. La Región y la comuna no son excepciones a las estadísticas globales y nacionales, razón por la cual debemos visibilizar la existencia de la violencia de género en las relaciones entre adolescentes y jóvenes”.
Por último, Arévalo destacó el rol de la sociedad. “Como comunidad, debemos comprometernos a generar servicios de apoyo y medidas de prevención. El Programa de Prevención para la Igualdad aborda la temática a través de talleres con adolescentes y jóvenes de colegios y participantes de programas de protección y responsabilidad penal. El año 2024 fue una de las temáticas más solicitadas por los establecimientos escolares”.
Un problema en aumento
Según el Estudio de Percepción de la Violencia en el Contexto Escolar 2022 del Instituto Nacional de la Juventud (Injuv), el 17,6 por ciento de los jóvenes declara haber sufrido violencia en su relación de pareja. De ellos, el 14,4 por ciento ha experimentado violencia psicológica y un 7,2 por ciento, violencia física.
Además, los datos revelan que los casos de violencia en el pololeo han aumentado en los últimos 10 años, lo que refuerza la necesidad de generar conciencia y promover la prevención.
Desde la Dirección de Seguridad Pública de la Municipalidad de Temuco, señalan que mediante el Departamento de Igualdad de Género, promueve diferentes acciones y espacios que forman parte del objetivo central de aportar en la prevención, erradicación y abordaje de las violencias de género en Temuco, a través de la vinculación y disposición a la comunidad local en materias de violencias y cambios que busquen prevenir e intervenir a nivel territorial, grupal e individual.
El Departamento que se encuentra ubicado en Andrés Bello 510 y atiende de 8.30 a 13 horas y desde 14.30 a 17 horas.