
Dijo “lamentablemente, hay muchos inocentes muertos, mujeres también, y los principales responsables de cuidar a esos niños son sus propios padres, que los usan muchas veces como escudos humanos”.
Las recientes declaraciones del senador Jaime Quintana, presidente del Partido Por la Democracia (PPD), en el programa El Primer Café de Radio Cooperativa, han generado una profunda controversia y rechazo.
Quintana, calificó este miércoles la situación en la Franja de Gaza como “masacre” pero evitó utilizar el término de “genocidio”, al tiempo que apuntó a la responsabilidad parental en el uso de niños como escudos humanos en el conflicto de Hamás con Israel, que ya suma más de 50 mil muertos en el enclave, la mayoría mujeres y menores.
Dijo “lamentablemente, hay muchos inocentes muertos, mujeres también, y los principales responsables de cuidar a esos niños son sus propios padres, que los usan muchas veces como escudos humanos”.
Al afirmar que los padres en Gaza utilizan a sus hijos como “escudos humanos” en el contexto del conflicto con Israel, Quintana no solo simplifica un conflicto de enorme complejidad, sino que incurre en una narrativa peligrosa que desplaza la responsabilidad de las víctimas hacia los agresores.
Y que nos perdonen los componentes orgánicos que hay en la basura. pic.twitter.com/IdpgjGqybv
— Partido Igualdad (@IgualdadPartido) April 23, 2025
La acusación de que civiles palestinos, específicamente padres, usan a sus hijos como escudos humanos es un argumento que ha sido utilizado históricamente para justificar la violencia desproporcionada en Gaza. Sin embargo, esta afirmación requiere pruebas contundentes, no meras suposiciones o generalizaciones. Informes de organizaciones internacionales como Amnistía Internacional y Human Rights Watch han documentado violaciones de Derechos Humanos por ambas partes en el conflicto, pero no respaldan de manera concluyente la narrativa de los “escudos humanos” como una práctica generalizada entre la población civil. Por el contrario, estos informes destacan la devastación sufrida por los civiles palestinos, atrapados en un ciclo de violencia, bloqueos y ocupación.
Culpar a los padres de Gaza, quienes viven bajo bombardeos, restricciones de movimiento y una crisis humanitaria permanente, no solo es injusto, sino profundamente deshumanizante. Esta postura ignora el contexto de opresión estructural en el que viven las familias palestinas y desvía la atención de los actores principales responsables de la escalada de violencia.
En lugar de señalar a las víctimas, el foco debería estar en exigir rendición de cuentas a quienes perpetúan un conflicto que ha cobrado miles de vidas inocentes, incluyendo niños.
Las palabras de Quintana también reflejan una falta de sensibilidad hacia el sufrimiento de un pueblo que enfrenta una tragedia de proporciones abrumadoras. Al sugerir que los padres son responsables de la muerte de sus hijos, se perpetúa un discurso que normaliza la violencia y deslegitima el dolor de las víctimas.
Esto no solo es moralmente cuestionable, sino que también contribuye a polarizar aún más un debate que requiere empatía, rigor y soluciones basadas en el respeto a los derechos humanos.
Es imperativo que figuras públicas como el senador Quintana ejerzan su influencia con responsabilidad, evitando narrativas que estigmaticen a poblaciones vulnerables. En lugar de culpar a las víctimas, Chile debería abogar por la justicia, la paz y el fin de la violencia en Gaza, promoviendo un diálogo que reconozca la dignidad de todas las personas afectadas por este conflicto.
Declaración Pública sobre dichos del Senador Jaime Quintana.@senadorquintana pic.twitter.com/HBvsFneUTz
— Comunidad Palestina de Chile (@ComPalestinaCL) April 23, 2025