En el Hospital Regional de Temuco realizaron por primera vez cirugía cardiaca mínimamente invasiva

A diferencia de la cirugía convencional, que requiere una esternotomía con una gran incisión en el pecho y un tiempo de recuperación prolongado, esta técnica permite operar a través de pequeñas incisiones entre las costillas, sin necesidad de cortar el esternón.

Tras dos años sin poder desempeñarse en su trabajo como operador en un aserradero por problemas de salud, hoy ve más cerca su regreso a sus labores, gracias a un procedimiento pionero en el Hospital Hernán Henríquez de Temuco. 

Juan Troncoso Lincopi, de 62 años y oriundo de la comuna de Gorbea, vivía con una enfermedad que le impedía desarrollarse y trabajar. Durante dos años, su débil corazón y sus problemas renales lo mantuvieron alejado del aserradero donde desempeñó su labor por tanto tiempo. “Se me cortaba el aire, la respiración. Me mareaba al levantar peso o caminar rápido. No podía seguir trabajando así”, relató.

Fue así que llegó hasta las dependencias del Hospital Hernán Henríquez, donde su vida dio un giro inesperado. Tras un año de tratamientos en el centro asistencial, encontró en el médico Manuel Cervetti y en el equipo clínico del centro asistencial una esperanza para volver a su antigua vida, ya que fue sometido a una cirugía cardíaca mínimamente invasiva, una técnica innovadora que reduce el tiempo de recuperación y mejora significativamente la calidad de vida de los pacientes.

Manuel Cervetti, cirujano cardíaco del hospital, explicó que esta fue la primera cirugía de este tipo realizada en el recinto. “El paciente tenía una insuficiencia mitral severa y logramos reparar su válvula mitral con una incisión pequeña en el tórax. Este método permite una recuperación mucho más rápida, con menos riesgos de infecciones y menos transfusiones de sangre”, señaló el cirujano.

Beneficios de la cirugía cardíaca mínimamente invasiva

A diferencia de la cirugía convencional, que requiere una esternotomía con una gran incisión en el pecho y un tiempo de recuperación prolongado, esta técnica permite operar a través de pequeñas incisiones entre las costillas, sin necesidad de cortar el esternón. Además, el uso de cámaras especializadas proporciona una mejor visualización para el equipo quirúrgico, mejorando la precisión y reduciendo complicaciones postoperatorias.

Otro beneficio de esta innovadora técnica es que el paciente puede reincorporarse a sus actividades cotidianas en menor tiempo, algo que don Juan anhelaba hacer.

“Con la cirugía tradicional, la recuperación puede tardar hasta un año. Con esta cirugía, en siete a diez días, los pacientes pueden hacer su vida normal”, destacó Cervetti.

Si bien, esta técnica ya se realiza en algunos centros de Chile, son pocos los hospitales en el sur del país que pueden llevarla a cabo. “Apostamos a seguir desarrollando estas cirugías para ofrecer mejores oportunidades a nuestros pacientes”, afirmó el especialista.

Por su parte, el subdirector médico del Hospital Hernán Henríquez, Camilo Henríquez, resaltó que “esta primera cirugía cardíaca mínimamente invasiva realizada en el hospital, representa un gran avance en la atención de nuestros pacientes y un paso clave en la modernización de nuestros procedimientos quirúrgicos. Esta técnica no solo permite una recuperación más rápida y segura, sino también nos ayuda a optimizar el uso de nuestros pabellones y a reducir los tiempos de hospitalización, lo que impacta directamente en la disminución de la lista de espera. Nuestro compromiso es seguir incorporando tecnologías innovadoras que nos permitan brindar una atención de mayor calidad y dar respuesta oportuna a las necesidades de nuestra comunidad”, subrayó.

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