
“Lo que le corresponde a la autoridad es tomar decisiones, y nosotros tomamos esta decisión. Los hechos dirán si fue acertada o no”, afirmó. Además, sostuvo que “la decisión se tomó con el director de Senapred sentado a mi lado, y con eso yo me doy por sentado”, dijo sorprendentemente y sin realizar ninguna autocrítica.
Cerca de 400 quemas agrícolas fueron autorizadas por la Conaf para el 21 y 22 de marzo en La Araucanía, pese a las advertencias climáticas emitidas por organismos oficiales.
La medida ha sido cuestionada luego que incendios registrados en esas fechas destruyeran viviendas y un establecimiento educacional en La Araucanía.
La Dirección Meteorológica de Chile había pronosticado el 20 de marzo, vientos de hasta 80 kilómetros por hora, con rachas que alcanzarían los 90 kilómetros por hora en las regiones de Biobío y La Araucanía.
A pesar de estas advertencias y según Emol, Conaf autorizó las mal llamadas “quemas controladas” para eliminar residuos agrícolas en comunas como Temuco, Padre Las Casas, Victoria y otras siete localidades de la Región.
La decisión ha generado cuestionamientos debido a las emergencias que se registraron durante el fin de semana. El delegado presidencial regional de La Araucanía, Eduardo Abdala, defendió la medida y aseguró que fue tomada con respaldo técnico.
“Lo que le corresponde a la autoridad es tomar decisiones, y nosotros tomamos esta decisión. Los hechos dirán si fue acertada o no”, afirmó. Además, sostuvo que “la decisión se tomó con el director de Senapred sentado a mi lado, y con eso yo me doy por sentado”, dijo sorprendentemente y sin realizar ninguna autocrítica.
Abdala también destacó que “las quemas se autorizaron exclusivamente para la eliminación de vegetación muerta” y aseguró que “se revisaron los antecedentes técnicos antes de tomar la decisión”.
Frente a las críticas, reiteró que “con la información que teníamos en ese momento, consideramos que era una decisión razonable”, a pesar que todo indicaba que esos días y como en la actualidad, esa decisión era completamente peligrosa, por las condiciones climáticas.
Prohibido en otros países
Efectivamente, las quemas controladas realizadas por agricultores están prohibidas o restringidas en algunos países, dependiendo de la legislación local y las condiciones específicas de cada región. Esta práctica, que consiste en quemar restos vegetales como rastrojos o residuos de poda para preparar el terreno o eliminar plagas, ha sido regulada o directamente prohibida en ciertos lugares debido a sus impactos ambientales, como la contaminación del aire, el riesgo de incendios forestales y la pérdida de nutrientes en el suelo.
Por ejemplo, en España, la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados para una economía circular inicialmente prohibió con carácter general la quema de residuos vegetales en entornos agrarios y silvícolas, salvo excepciones justificadas por razones fitosanitarias o prevención de incendios, y siempre con autorización previa.
Sin embargo, tras protestas del sector agrícola, se introdujeron modificaciones para eximir a pequeñas y microexplotaciones, aunque sigue habiendo restricciones estrictas en épocas de alto riesgo de incendios (como del 1 de mayo al 15 de octubre en algunas zonas). En India, la quema de rastrojos está prohibida en varios estados, especialmente en el norte, debido a la grave contaminación del aire que genera, aunque la aplicación de esta norma es irregular.
En Argentina, la Ley 26.562 establece presupuestos mínimos para controlar las quemas, prohibiéndolas sin autorización explícita de las autoridades locales, con requisitos estrictos para su aprobación.
En Chile, las quemas controladas no están prohibidas totalmente, pero están reguladas por entidades como la Conaf, que exige registros previos y medidas de seguridad para evitar incendios forestales.
En contraste, en lugares como México, aunque existen normas como la NOM-015-SEMARNAT/AGRICULTURA-2007 que regulan el uso del fuego en terrenos agrícolas, las quemas siguen siendo una práctica común y no están prohibidas de manera general, salvo en casos específicos por riesgo ambiental.
En resumen, la prohibición o restricción de las quemas controladas varía según el país y está influida por factores como el impacto ambiental, la salud pública y la seguridad. En algunos lugares están totalmente vetadas sin permisos, mientras que en otros se permiten bajo estrictas condiciones.